La autogestión se trata de un conjunto de habilidades encaminadas a la organización personal que nos ayudan a cumplir objetivos.
Habilidades de una persona con autogestión:
Posee confianza en si mísmo: cuando la persona toma decisiones y tiene buenos resultados, despierta un sentimiento de autoconfianza que expande sus capacidades y le permite ser consciente de todas las alternativas. La confianza en sí mismo te ayuda a pensar en más soluciones que te permitan asumir los retos que surgen.
Gestiona de manera eficiente su tiempo: esta capacidad es clave, ya que permite administrar los horarios y dedicar el tiempo necesario. Lo más importante es destinar los primeros recursos a las tareas y urgentes.
Tiene resistencia al fracaso: los fracasos son momentos de aprendizaje que permiten a la persona valorar sus acciones y mejorar. Es muy importante levantarse después de un momento difícil, pues de esta forma hará del fracaso un proceso positivo y una valiosa experiencia.
Soluciona problemas: continuamente nos enfrentaremos a problemas o desafíos cuya solución puede cambiar si se toma una pausa para observar el panorama. Analizar las fortalezas y debilidades de manera objetiva y tomar la mejor alternativa, permite explorar su potencial y reconocer la mejor forma de proceder en diversas circunstancias.
Autocontrol: esta habilidad te permite gestionar tus emociones y evitar las reacciones impulsivas, para ello se deben conocer las emociones y procesarlas de forma correcta. Algunas personas no cuentan con un buen manejo emocional, razón por la cual es tan importante fomentar estas habilidades, pues de esta forma se garantizará un buen desarrollo emocional.
Comunicación asertiva: la comunicación asertiva fomenta la comunicación verbal y la escucha atenta, cuando los sujetos aprenden a comunicarse y a escuchar, se logran interacciones más cercanas que impulsan los equipos y crean una relación más íntima entre interlocutores.
Empatía: esta capacidad permite a la persona notar lo que el otro experimenta, ya que sin importar las diferencias en las perspectivas, identificarse con el otro facilita los lazos de confianza y favorece el trabajo en equipo.
La autogestión permite que cada persona se independiente en sus procesos, pues gracias al desarrollo y mantención de hábitos, puede ejercer la función con conciencia, voluntad, gestión del tiempo y responsabilidad.
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